El Domingo estaba pasando la tarde con mi familia en el cauce del río Palancia en Segorbe. Rex estaba suelto y se lo estaba pasando pipa corriendo, saltando e incluso metiéndose en el río. No paraba. Hasta ahí todo bien.
De repente no se de donde, sale una carreta tirada por tres caballos repletos a reventar de cascabeles y Rex que allá se va y comienza a ladrarles.
En esas que el capullo de la carreta decide iniciar el trote y raudo y veloz empieza la carreta a desplazarse. Ni corto ni perezoso, sin pensarlo una décima de segundo, Rex se lanza en persecución a la carreta ladrando como un poseso.
Mi mujer sale disparada detrás de Rex y yo me quedo estático pensando que Rex cesará en su carrera cuando vea que se marchan. Mi cara pasa de la sorpresa a la incredulidad cuando la carreta seguida de Rex y de mi mujer, desaparecen tras la primera curva del camino
. Así que a correr tocan y ya somos caballos cascabeleando, carreta, perro, mujer y desdichado en literal persecución. Además en subida y la carreta y Rex sacándonos cada vez más ventaja. Y el jilipuertas del carro como si nada, a su marcha 
.Así hasta que varios coches maniobrando en el camino hicieron que el carro tuviera que parar y nos dio tiempo de alcanzarlos. Pero Rex a lo suyo a ladrar a los caballos y ni sit, ni platz, ni stay, ni pollas en vinagre, hasta que cuando el carromato iba a iniciar de nuevo su diabólica marcha, me deje de tratar de convencer a Rex de que cejara en su persecución, y me lancé como Zubizarreta en sus mejores momentos y en vez de agarrar la pelota, agarré el collar de Rex, terminando la infernal carrera.
¿Cómo lo veis? Ahora lo escribo medio de cachondeo, aunque es real como la vida misma, y creo que si no salimos tras Rex, posiblemente lo hubieramos perdido. ¿Os ha pasado algo parecido?
, hay veces que te lo planteas realmente 
