No te quepa la menor duda de que la espiga le estaba produciendo una infección en el oído que hubiera ido a más y el único remedio era extraerla. Fue la mala suerte de tener esa enfermedad la hizo el resto.
Ánimo porque hiciste lo mejor por tu perro y sigue adelante en la búsqueda de otro perrito en el que invertir tu tiempo y tu amor por los animales.