¡Cómo pasa el tiempo! Sin apenas darnos cuenta Tosca ha cumplido un año y ha dejado de ser el trasto que era cuando llegó...
...y se ha convertido en una señorita muy formal:
En este primer verano con ella hemos disfrutado a tope con lo que más le gusta hacer: jugar y correr al aire libre.
Aquí podéis verla -en estado 'semisalvaje', por cierto- de excursión en los montes cántabros:
Aquí, disfrutando de un baño en la montaña:
Aquí, corriendo y jugando en una playa asturiana sólo para nosotros, después de haber corrido siete kilómetros con la fresca de la primera hora de la mañana:
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¡Aún me queda alguna marca en las manos de cuando se metía detrás de mí, me enganchaba de la mano, se daba media vuelta y me llevaba nadando a la orilla para salvarme del peligro!
Tosca va desarrollando un instinto de protección de nuestros objetos: si dejo el coche con la puerta abierta, la bici o una mochila en el suelo y me separo unos metros, ella se queda de guardia. Que a nadie se le ocurra intentar llevarse mi bici!!:
Y ya de vuelta a casa, después de pasar por la peluquería (siento que en las fotos aparezcan las barbas mojadas!).
En fin, cada día Tosca se va convirtiendo en lo que yo deseo y necesito en un perro: fuera de casa, es una perrita equilibrada, sociable y encantadora, lo que me da la tranquilidad de que nunca buscará pelea con otro perro ni, menos aún, se mostrará violenta con los niños que se le acercan a saludarla (no siempre con la delicadeza que sería deseable); en casa, está atenta al menor ruido y se toma con mucha dedicación su responsabilidad de guarda y vigilancia de nuestro hogar a la vez que es mimosa y busca siempre nuestra compañía para apoyar su cabeza en nuestro regazo; su constitución atlética y su disposición a la aventura y a acompañarme al fin del mundo, permiten que disfrute con ella de mis excursiones por la montaña, mis carreras por el monte y mis paseos en bicicleta de montaña.
Espero que os hayan gustado las fotos y el vídeo!!
Saludos,
MacGuffin.
