Intentar que esten lo más secas posibles (sobre todo despues de comer y/o beber agua)
Bañar muy a menudo con un buen champú (mejor en este caso que sea algo hidratante). Mínimo una vez por semana.
Mantener el pelo hidratado ya sea alplicando un acondicionador con el pelo húmedo despues del baño o muy rebajado y vaporizado todas las veces que se pueda a la semana.
Secar muy muy bien despues de cada lavado de barbas.
Cepillar a menudo para que el pelo esté suelto y no se anude.
Lo más importante: confiar en que la genética del perro juegue a favor.