El caso, es que solo es un problema en 2 momentos:
1) Cuando va a salir a la calle a dar una vuelta: le encanta, es que es ver que me pongo el abrigo y ya empieza a llorar poco a poco, ve el collar (se deja que se lo pongas, cosa que hubo que enseñarle porque se pone muy nerviosa) pero acto seguido ya va a la puerta y me va sigiendo casi aullando y medio llorando de alegría/nervios (creo)... ya en el ascensor no hay forma de hacer que vaya tranquila (sige auyando, llorando y ladrando cada vez más alto, por más que la reprendo diciendola que "No" y "shhh").
Al final aulla y llora con todas sus fuerzas de camino al portal, ya cuando sale a la calle vuelve a la normalidad, aunque últimamente (no se si será por el celo que tiene desde hace casi 2 semanas) ya ladra y auya de alegría al ver a gente o perros lejos, luego cerca ya se le pasa y disfruta en grande de la compañía.
2) Cuando llaman al telefonillo: oye el timbre y sale como una bala a esperar que coja el telefonillo (gimotea un poco pero va conteniéndo las fuerzas...) y en cuanto cojo el telefonillo empieza a aullar como un lobo

Pero es que es imposible casi oir por el telefonillo, he probado de todo, voy tranquilo al telefonillo, hablo bajo por él, otras veces la intento distraer jugando, la regaño...
Desde que tenía 3 meses ya hacía esto, pero veo que cada vez es peor, no se que sería lo correcto para intentar corregir este comportamiento.
Y muchas gracias de antemano Marc, con lo que has ido comentando en las otros casos la verdad es que se aprende mucho, parece mentira lo tremendamente complejos que son nuestros barbudos amigos

Un saludo!, Max.
PD: edito para añadir por si es útil, que le encanta la comparía tanto de perros como humanos, cuando está con cualquiera de ellos le gusta jugar, no molesta sino ve que le den pie a que juege, es muy cariñosa y tremendamente sociable (y jamás ladra o auya cuando está con ellos, ya de lejos es otro tema
